domingo, 17 de abril de 2011

Educación de los sentidos

¿Cuántas veces somos conscientes de lo que estamos sintiendo? ¿Utilizamos el 100% del potencial de nuestros sentidos?.
La respuesta la podemos encontrar estudiando experiencias de personas cercanas que nos demuestran, con sus disciplinas, que siempre podemos aprender algo y que siempre podemos mejorar en nuestra percepción del mundo que nos rodea, os comento dos casos: Fran León: sumiller y María R: escritora.
Gracias a Fran he aprendido a catar no solo el vino, sino todo lo que pruebo, es increíble la cantidad de sabores, olores y texturas que tienen todos los alimentos que ingerimos.
literatura, novela, percepción, personajes
Foto tomada por Rafa Téllez: Fran realizandio cata de vino.
Se puede comer y beber como un “tragaldabas”, algo muy corriente en mi caso, de manera atorrullada y casi sin saborear; pero también se puede aprender a saborear cada momento, encontrar todos los matices de la tierra donde fue elaborado el producto y las evocaciones a diversos aromas: vainilla, balsámicos, frutas del bosque, cítricos. Al lado de un buen sumiller podemos aprender también el tacto del vino: sedoso, áspero, redondo, podemos aprender a apreciar los aromas retronasales (lo que comemos también lo olemos) y en definitiva, aprender a valorar, como un tesoro, todo aquello que nos nutre: dejo la dirección del blog del sumiller Fran León: Cata de Vino.
acuarela, literatura, novela, percepción, personajes
María nos educa los sentidos de otra manera: ella escribe y en su escritura está su mirada y su percepción: cuando se leo un texto de María siento ampliado mi repertorio sensorial. Los buenos escritores amplían nuestro repertorio semántico, es decir que aumentan el significado de nuestras experiencias. Un verbo que aprendí leyendo a María es reverberar, siempre me ha gustado un paisaje al amanecer o al atardecer, pero nunca había recaído en que, a veces, los atardeceres reverberan. Ese es solo uno de sus términos, os invito a conocer los escritos de María en su blog Mi Alma Canina.
Un libro muy recomendable para aprender catas de vino

2 comentarios:

  1. Rafa es increíble el nùmero de convegencias que tenemos. Soy un indefectible fanàtico de la cata de vinos. Sabes que en Francia tenemos tambien muchos buenos caldos ?:-) Pero estoy impaciente por conocer contigo vuestros caldos de Andalucia cuando esté alli dentro de 2 días. Prefiero los vinos tintos tambien me gustan los vinos licorosos pero desgraciadamente me estan prohibidos medicalmente. Tres besos amigo mio. Hasta luego.

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  2. Lo bueno del vino y de sus expertos es que nos enseñan a saborear lo que W. Shakespeare vino a llamar "Este vino que es la vida".

    El hecho de no poder o no querer beber alcohol no es impedimento para saborerar lo que los sufies denominan "este vino que no está prohibido"...

    Un abrazo amigo, nos vemos pronto

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